La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que puede exacerbarse por diversos factores, siendo el estrés uno de los principales desencadenantes. La psoriasis por estrés se produce cuando la ansiedad y las tensiones diarias provocan brotes, agravando los síntomas y afectando la calidad de vida.
El estrés tiene un impacto significativo en el sistema inmunológico, lo que puede desencadenar o empeorar enfermedades autoinmunes como la psoriasis. De hecho, el estrés puede ser el factor que activa la psoriasis en personas genéticamente predispuestas.
¿Qué es la Psoriasis Nerviosa?
La psoriasis nerviosa es una condición de la piel que aparece por episodios de estrés y ansiedad, o sea, una psoriasis cuyo principal desencadenante es el estrés y que aparece en personas con predisposición a desarrollarla. Existen diversos factores que podrían favorecer la aparición de este tipo de afección, como piel seca o infecciones previas de la piel.
Los síntomas que nos hacen sospechar que estamos ante un cuadro de psoriasis nerviosa son los típicos de la psoriasis: eccemas, picores, enrojecimiento, descamaciones e inflamación de la piel.
Diagnóstico
El diagnóstico de cualquier tipo de psoriasis se realiza mediante una exploración física exhaustiva donde veremos la lesión habitual y, en caso de duda, se puede proceder a la realización de una biopsia para confirmar la patología.
Localización Común
La psoriasis nerviosa es más frecuente en zonas con piel más gruesa: codos, manos, cuero cabelludo, rodillas y zona lumbar. El motivo es que se trata de zonas con más capas de piel, y en las personas con psoriasis, el sistema inmune entorpece el recambio celular.
Para entender esto podemos imaginar un montón de folios, uno encima de otro formando un bloque. Cada folio representa una capa de células. El recambio celular es el proceso mediante el cual las células crecen sin parar, es decir, las capas de células van desarrollándose y sustituyendo a las más superficiales.
En nuestro bloque de folios, el recambio celular haría que el folio que está en la parte más superficial se elimine para dejar paso al folio que había debajo, más nuevo y blanco que el anterior. Entendiendo esto, una persona sin psoriasis tiene un recambio celular que dura hasta un mes, es decir, tarda unos 30 días en cambiar el bloque de folios por otro completamente nuevo.
Pero en una persona con psoriasis, este proceso va con un retraso de días. Las células no van cambiándose por unas nuevas constantemente, sino que algunas crecen pero otras tardan en completar el proceso.
Debido a ello el recambio no se lleva a cabo correctamente, lo que produce una acumulación de células que da lugar a esa lesión típica de la psoriasis, que se descama y enrojece con bordes definidos.
Severidad de la Psoriasis Nerviosa
Para determinar si el cuadro clínico de la psoriasis es moderado-grave, se analizan los siguientes criterios:
- No controlable con tratamiento tópico.
- Empeoramiento rápido.
- Localización con perjuicio psicológico o limitación funcional.
- Psoriasis pustulosa extensa.
- Eritrodermia.
- Artropatía psoriásica.
- Porcentaje de superficie corporal afectada mayor del 10%.
En los casos de enfermedad moderada-grave, el tratamiento tópico para la psoriasis es insuficiente y debe establecerse un tratamiento sistémico. En casos más leves, también existen tratamientos naturales para la psoriasis que pueden ser efectivos en algunas personas.
¿Cómo Combatir la Psoriasis Causada por Estrés?
La psoriasis nerviosa, al igual que cualquier otro tipo de psoriasis, no tiene una cura definitiva. Sin embargo, se pueden controlar los brotes mediante tratamientos médicos tópicos y orales para la psoriasis. Es importante aplicar técnicas de relajación, como el yoga o la meditación. Pero no debemos olvidar que las personas en las que se desencadena la psoriasis presentaban previamente algún tipo de predisposición a la enfermedad.
Varios estudios médicos apoyan que, en conjunto con la medicación establecida, una alimentación predominantemente antiinflamatoria o una dieta específica para la psoriasis potencia los resultados y mejora los brotes de la enfermedad.
Impacto Emocional de la Artritis Psoriásica
Vivir con artritis psoriásica puede tener un impacto significativo en la salud mental. Según un estudio realizado en 2024:
- El 62% de las personas con la enfermedad experimentan tristeza.
- El 39% se sienten apáticas.
- El 44% refieren problemas de baja autoestima.
Además, un 69% de las personas con artritis psoriásica ha necesitado acudir a consulta con un profesional de la salud mental, y de estos, un 60% ha necesitado tratamiento. La depresión está presente en una cuarta parte de las personas afectadas (25%).
Es crucial que cualquier persona que padezca artritis psoriásica tenga en cuenta que el estrés emocional puede empeorar la psoriasis, por lo que es necesario lograr el bienestar mental para sobrellevar mejor la enfermedad.
¿Cómo Sentirse Mejor?
Junto al tratamiento médico, algunas personas pueden necesitar apoyo psicológico o psiquiátrico para lograr un bienestar mental que colabore con su mejoría física. Es importante no alejarse del entorno, amigos y familiares, ya que son un gran apoyo emocional. Compartir las dificultades con otras personas en la misma situación también puede ser beneficioso.
Por otro lado, la actividad física adaptada a cada paciente es una excelente opción para descargar tensión y aliviar la ansiedad, así como el mantenimiento de las rutinas. Continuar con las actividades cotidianas ayuda a distraerse, y contribuye a que el malestar mental no sea tan persistente.
Psoriasis y Trastornos de la Salud Mental
Aunque la psoriasis es una enfermedad cutánea, se asocia a numerosos trastornos psiquiátricos, como la ansiedad y la depresión. Estos trastornos tienen un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes e, incluso, pueden tener un efecto negativo sobre la evolución de la propia psoriasis.
Los trastornos mentales y la psoriasis se interrelacionan en un peligroso círculo vicioso. Por un lado, la psoriasis favorece la aparición de alteraciones del estado de ánimo o de trastornos como la ansiedad o la depresión. El riesgo de sufrir ansiedad, depresión e ideas de suicidio es más elevado en los pacientes con psoriasis que en la población general o incluso que en los pacientes con otras enfermedades dermatológicas.
Son varios los factores que pueden explicar la relación entre la psoriasis y la salud mental. Por un lado, la visibilidad de las lesiones cutáneas afecta a la imagen corporal, lo que disminuye la autoestima, la seguridad en uno mismo y el bienestar y conduce al aislamiento social, la ansiedad y la depresión. Por otro lado, la propia inflamación característica de la psoriasis podría jugar un papel en la aparición de los trastornos de la salud mental.
Evaluación de la Salud Mental
Evaluar la salud mental es un componente fundamental de la atención a los pacientes con psoriasis. Algunas herramientas útiles incluyen:
- La escala de ansiedad y depresión de Goldberg: Una herramienta sencilla para una primera aproximación al diagnóstico de depresión y ansiedad.
- La escala de ansiedad y depresión hospitalaria: Comprende una subescala para la ansiedad y otra para la depresión.
Tratamiento y Bienestar Psicológico
Las medidas que contribuyen a reducir la inflamación pueden mejorar el bienestar psicológico. El tratamiento farmacológico de la psoriasis también puede tener un efecto beneficioso sobre la salud mental y la calidad de vida. En esta línea, la terapia con agentes biológicos como el ustekinumab o los antagonistas del TNF-α parece mejorar los síntomas depresivos en pacientes con psoriasis.
El tratamiento psicológico basado en la terapia cognitivo-conductual, la terapia de atención consciente, las entrevistas motivacionales o las intervenciones educacionales e interdisciplinares puede ser útil como terapia complementaria de los pacientes con psoriasis.
Encuesta sobre la Percepción de Pacientes con Psoriasis en España
Un estudio realizado en España en 2021 analizó 746 cuestionarios de pacientes con psoriasis para conocer su percepción sobre la gestión emocional de la enfermedad. Los resultados revelaron que:
- El 87,1% de los pacientes consideró que la psoriasis afectó a su estado de ánimo.
- El 75,6% experimentó ansiedad.
- El 75,9% sintió tristeza/depresión.
- El 78,1% sufrió estrés.
- El 71,1% tuvo alteraciones del sueño.
- El 59,5% consideró no tener suficiente información sobre la atención o la gestión emocional de la psoriasis.
- El 73,6% no había recibido ningún material informativo sobre la psoriasis.
- El 86,2% no había recibido recomendaciones sobre cómo abordar su malestar emocional.
En general, los pacientes consideraron que la repercusión de la psoriasis en su bienestar y calidad de vida no se tuvo suficientemente en cuenta por parte de los profesionales sanitarios.
Conclusión
La psoriasis por estrés es una condición que puede controlarse con un enfoque integral que combine el manejo del estrés, el cuidado de la piel y hábitos saludables. No dejes que el estrés afecte tu bienestar. Es importante conocer el impacto social, laboral y psicológico de la psoriasis por la modificación de la imagen corporal y el estigma social.
Hay una relación recíproca entre la patología, que genera estrés, y este factor, que actúa como desencadenante. Por lo tanto, abordar el estrés de forma integral es fundamental para romper este ciclo.
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