Las verrugas plantares son lesiones cutáneas causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Esta patología se suele encontrar con más frecuencia localizada en la zona plantar del pie o en las palmas de las manos. Se calcula una prevalencia entorno al 12 % en la población general, pudiendo aumentar este valor en niños y adolescentes hasta el 30 %.
Los tratamientos para las verrugas plantares han evolucionado a lo largo de los años, pero los que tradicionalmente más se han utilizado son los tratamientos químicos, como el ácido nítrico o la cantaridina. Los tratamientos físicos, como el láser, han tenido un gran auge en los últimos años. Otros tratamientos usados para esta patología son la crioterapia, la podofilotoxina, el nitrato de plata, la bleomicina y el aciclovir, entre otros.
Cabe señalar que cada uno de los anteriores tiene diferentes tasas de curación, no siendo igual de efectivos en todos los casos. Es por eso por lo que, en la actualidad, se dispone de numerosas técnicas de identificación y tratamiento de las verrugas plantares, pero aún no hay consenso sobre el tratamiento más efectivo, por lo que coexisten distintas formas de abordar el tratamiento de estas lesiones.
Cómo quitar un papiloma en el pie
Estudio sobre el Uso de Tratamientos para Verrugas Plantares
Para analizar un posible cambio en la frecuencia de uso de cada uno de los tratamientos evaluados, se diseñó un estudio descriptivo, longitudinal y prospectivo, de acuerdo con los principios de la Declaración de Helsinki, y se obtuvieron datos en dos periodos temporales diferentes: año 2016/2017 y año 2021/2022.
Se diseñó una encuesta con 17 preguntas en formato electrónico (Google-Forms), con el objetivo de obtener datos sobre el uso de los diferentes tratamientos físicos y químicos en el tratamiento de las verrugas plantares en España. La encuesta fue enfocada para que la cumplimentaran podólogos, por ello fue enviada a todos los Colegios de Podólogos de España, para la difusión entre sus colegiados.
Los criterios de inclusión fueron: que los encuestados fuesen podólogos, que contaran con experiencia clínica de al menos un año en el tratamiento de verrugas plantares, y que trabajasen en España. La experiencia clínica se abaló a través de una pregunta en el cuestionario para saber su año de graduación. Se excluyeron todas las encuestas en las que había datos incompletos y en las que el año de graduación del profesional fuese anterior al año en el que se realizó la encuesta.
El número total de encuestas incluidas en el estudio obtenidas entre los dos periodos analizados fue de 889 respuestas, 475 del primero y 414 del segundo periodo. A continuación, se muestran determinados datos sociodemográficos, como son el sexo y el año de graduación.
Datos Sociodemográficos de los Participantes
La Figura 1 muestra la diferencia de porcentajes entre hombres y mujeres en los distintos periodos de estudio.
Figura 1. Porcentaje de participantes según el sexo.
En la Figura 2 se observa por rangos los años de graduación de los profesionales encuestados en ambos periodos. En el segundo periodo se observa un leve aumento de encuestas obtenidas a partir de los graduados en el rango de años de 2001 a 2010.
Figura 2. Años de graduación de los profesionales encuestados.
Resultados del Estudio
Analizando las respuestas obtenidas, se pudo observar, con respecto a los tratamientos físicos de un periodo a otro, un aumento en el uso del láser, pasando a ser tratamiento de primera elección para las verrugas plantares en el 2.º periodo (Tabla I), pues su uso se incrementó en un 6.1 % (Tabla II). Por otro lado, con respecto a los tratamientos químicos, se observó que el uso de cantaridina aumentó en un 8 % de un periodo a otro (Tabla II), siendo en ambos periodos el 2.º tratamiento de elección más usado (Tabla I).
También se obtuvieron valores en referencia al ácido nítrico, con una disminución del 2.3 % de su uso en el segundo periodo (Tabla II), pero se mantiene como tratamiento de primera elección (Tabla I).
| Tratamiento | Periodo 1 (%) | Periodo 2 (%) |
|---|---|---|
| Láser | X | Y |
| Cantaridina | A | B |
| Ácido Nítrico | C | D |
Tabla I. Tratamientos de primera elección.
| Tratamiento | Variación (%) |
|---|---|
| Láser | 6.1 |
| Cantaridina | 8.0 |
| Ácido Nítrico | -2.3 |
Tabla II. Variación en el uso de tratamientos.
Tendencias en el Uso de Tratamientos
El cambio de tendencia en el uso de los diferentes tratamientos frente a las verrugas plantares puede estar influido por diferentes causas. En cuanto a los tratamientos físicos, el láser se ha revelado como una alternativa novedosa de tratamiento en muchas patologías, no solo para verrugas plantares, como las lesiones musculares agudas, heridas postquirúrgicas e incluso en casos de onicomicosis, tal y como se describen algunos autores.
En este sentido, es importante destacar que es fundamental el conocimiento de las características de láser empleado, así como conocer bien su manejo para reducir los posibles efectos indeseados. Además, es importante conocer los distintos tipos de láser que se encuentran en el mercado, como el de colorante pulsado y el granate de neodimio itrio y aluminio (Nd:YAG).
Entre las ventajas de este tratamiento se encuentran: que es menos doloroso para los pacientes y que minimiza el tiempo total de tratamiento, destacando por su rapidez a la hora de obtener resultados. Prueba del incremento en el empleo del láser son diferentes estudios realizados en los últimos años, en los que se observaron tasas de curación hasta del 84 %.
Dentro de los tratamientos químicos, considerados más tradicionales, se encuentra la cantaridina, en la que se observó un aumento en su uso, posiblemente debido a los buenos resultados que se obtienen. Así, en un estudio llevado cabo por Ghonemy, se describió una alta tasa de curación, de hasta el 94 % en pacientes con verrugas plantares refractarias al tratamiento.
Otros estudios muestran que la cantaridina, unida a podofilotoxina y al ácido salicílico, es más efectiva que la crioterapia en el tratamiento de las verrugas plantares. Sin embargo, en el caso de otros tratamientos químicos, como el ácido monocloroacético y el ácido tricloroacético, se observaron disminuciones en su uso, probablemente debido al tiempo que requieren este tipo de tratamientos, que pueden prolongarse durante meses hasta la completa curación.
Ejemplo de una verruga plantar.
Tratamientos Comunes con Ácido
El ácido salicílico es un agente queratolítico considerado de primera elección en el tratamiento de las verrugas plantares. Lo podemos encontrar en forma de polvo, líquido o pomada a distintas concentraciones, siendo la más utilizada al 40%. Aunque es un tratamiento seguro, puede causar algunos efectos secundarios como irritación cutánea, ardor o quemadura de la piel adyacente, que suelen desaparecer suspendiendo el tratamiento.
La GPC de la British Association of Dermatologists sobre el manejo de las verrugas cutáneas, plantea en cuanto al tratamiento de las verrugas de localización plantar que:
- Las tasas de curación son más bajas en esta localización probablemente debido a una capa córnea más gruesa y en consecuencia una penetración más pobre de los tratamientos a la epidermis inferior.
- Si se realiza una peladura para eliminar el exceso de piel de las verrugas antes del tratamiento, se debe evitar piel circundante a la zona afectada debido al riesgo de propagación de la infección.
- El ácido salicílico (al 15-40%) en forma de pinturas o ungüentos tópicos.
- La crioterapia, quincenal durante 3-4 meses.
La utilización del ácido salicílico y/o la crioterapia con regímenes más agresivos es probablemente más eficaz que el régimen estándar, pero se asocia con peores efectos secundarios. Puede plantearse el uso combinado de ambos tratamientos. Otros tratamientos que se pueden considerar serían (aunque con limitada evidencia sobre su efectividad): ditranol, 5-fluoracilo, formaldehído, glutaraldehído, hipertermia, láser, terapia fotodinámica, podofilotoxina, o inmunoterapia tópica.
El sumario de evidencia de Clinical Evidence sobre las verrugas cutáneas no genitales, actualizado en junio de 2014, identifica el tratamiento con ácido salicílico como beneficioso y la crioterapia como probablemente beneficiosa.
La revisión sistemática de la Cochrane sobre el tratamiento tópico de las verrugas cutáneas, fue actualizada en 2012, y tras la inclusión de dos nuevos ECAs concluye que: El ácido salicílico parece ser efectivo y seguro, pero sólo modestamente efectivo en términos de tamaño del efecto, y esto es particularmente cierto para las verrugas plantares.
Otras Opciones de Tratamiento
Además del ácido salicílico, existen otras opciones de tratamiento para las verrugas plantares:
- Terapia Láser: Ofrece una solución avanzada para las verrugas resistentes al tratamiento. Utiliza un haz de luz intensa para destruir el tejido del papiloma en la planta del pie.
- Terapia Fotodinámica: Consiste en la aplicación de un fotosensibilizante en el papiloma en la planta del pie y la posterior aplicación de una luz LED adecuada o un láser.
- Medicamentos Tópicos: Prescritos por el dermatólogo que buscan aumentar la respuesta inmune del paciente frente al papiloma. Se pueden prescribir solos o en combinaciones con otros tratamientos y suelen ser también coadyuvantes.
Verrugas en Mosaico
Las verrugas en mosaico son un tipo de verruga que se caracterizan por adoptar un aspecto de 'mosaico'. Aunque se trate de lesiones benignas, estas pueden causar molestias o dolor. Además, las verrugas en mosaico pueden contagiarse fácilmente. Estas verrugas se transmiten a través del contacto directo con la piel infectada o al compartir objetos personales como toallas, zapatos o juguetes de agua.
Las verrugas plantares en mosaico suelen presentarse como pequeñas verrugas agrupadas. Suelen iniciarse con una sola verruga denominada 'madre' que, de no ser tratada correctamente, provoca nuevas lesiones asociadas a ella. Las lesiones pueden variar mucho en tamaño. La verruga plantar en mosaico suele ser de color piel, marrón claro u oscuro. Estos puntos negros son pequeños vasos sanguíneos trombosados. La superficie de las verrugas plantares suele ser rugosa y puede estar cubierta por callosidades. Es decir, una capa de piel endurecida.
Son también una de las infecciones recurrentes en niños, por lo que puede resultar difícil que desaparezcan por sí solas sin que aparezcan nuevas verrugas. Más allá de las molestias puramente físicas, estas lesiones pueden generar estrés y ansiedad. Las verrugas en mosaico pueden ser difíciles de eliminar. Iniciar un tratamiento de forma precoz suele mejorar su evolución. Las verrugas en mosaico son de las más complicadas de manejar y el autotratamiento suele agravar el cuadro clínico.
El ácido salicílico para las verrugas en mosaico se utiliza por su efecto queratolítico. En otros casos, estará más indicado aplicar directamente una solución con una mayor concentración de ácido salicílico para verrugas. Esto suele recomendarse en caso de verrugas hiperqueratósicas. Es decir, en las que la piel se ha engrosado y ha formado una callosidad. En ciertas ocasiones, se puede recurrir a los medicamentos inmunomoduladores. El objetivo de fármacos como el imiquimod o el cidofovir es estimular la respuesta inmunitaria en el organismo.
Prevención y Manejo
La prevención juega un papel importante en el manejo del papiloma en la planta del pie. Sin embargo, el virus del papiloma es muy ubicuo y prácticamente toda la población ha contactado con él a lo largo de su vida, por lo que la aparición de un papiloma se puede tomar casi como algo “normal”. No todos los pacientes que contactan con el virus desarrollan papiloma en la planta del pie.
Una duda frecuente es si los niños con papiloma en la planta del pie pueden acudir a la piscina o a hacer actividades deportivas grupales. Dada su ubicuidad y amplia distribución, sumada a la posible duración de meses y pérdida de la actividad, el dermatólogo no suele aislar a los niños con papiloma plantar.
El tratamiento del papiloma en la planta del pie requiere paciencia y a menudo una combinación de métodos. Desde opciones caseras hasta tratamientos avanzados realizados por profesionales, existe una amplia gama de estrategias disponibles. Es importante consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso en caso de dudas y una recomendación de tratamiento adaptada a las necesidades y condiciones del paciente.
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