Diferencia entre espinilla y quiste: Guía completa para el cuidado de tu piel

Cuando ya creías haber superado la etapa de los granitos, descubres cómo reaparecen una y otra vez. Sí, sigue siendo acné. Y aunque se relaciona habitualmente con la adolescencia y la pubertad, también se da el acné en adultos.

El acné no es un grave problema de salud, pero tampoco es un buen compañero porque cuando aparece nadie se siente seguro ni guapo. Si tú también te encuentras con este problema, conviene que entiendas qué características tiene el acné en adultos y cómo tratarlo.

¿Qué es el acné en adultos?

Seguro que ya sabes que el acné es principalmente una enfermedad inflamatoria de la piel muy frecuente en adolescentes. Los grandes cambios hormonales que se producen en ese periodo son los principales causantes del acné.

Sin embargo, cada vez es más frecuente que reaparezca en la edad adulta, sobre todo en mujeres. Este acné en adultos o tardío se manifiesta a partir de los 25 años y disminuye a partir de los 45 años, cuando se va acercando la menopausia en las mujeres.

Es posible que el acné en adultos sea una continuación del juvenil, pero hay personas que no han tenido acné juvenil, y ven cómo este problema emerge en la edad adulta.

Causas del acné en adultos

La mayoría de los casos de acné en adultos se debe a que la grasa generada por las glándulas sebáceas obstruye los poros de la piel. Al quedarse cerrados, las bacterias van proliferando en su interior causando una infección que se traduce en esos granitos abultados tan característicos del acné.

• Alteraciones hormonales: Es muy frecuente que las mujeres vean aparecer el acné cuando se encuentran con el síndrome premenstrual, a veces también con la ovulación, en el embarazo o al inicio de la menopausia. En el caso de los hombres, el exceso de producción de andrógenos causa acné en adultos.
• Estrés: El estrés puede ser otra de las principales causas del acné en adultos, y también en jóvenes. Cuando sufrimos estrés, nuestro organismo segrega una hormona, que es el cortisol, que se rige de forma muy similar a los andrógenos. Este desequilibrio hormonal causado por el estrés puede ser el detonante para sufrir acné en adultos.
• Fármacos y medicamentos: Ciertos fármacos como los corticoides, anabolizantes, las terapias hormonales, anticonceptivos, etc. también son responsables del acné tardío.
• Cosméticos: Determinados cosméticos pueden provocar un exceso de grasa en la piel que obstruye los poros induciendo la aparición del acné.
• Tabaco: La nicotina hace que se reduzca el flujo de oxígeno y nutrientes que llegan a las células de la piel, dañando las estructuras y produciendo inflamaciones. El tabaco no solo provoca acné, sino también arrugas y manchas en la piel.
• Alimentación: Pero siempre es mejor comer alimentos con bajo contenido en grasa. El abuso de dulces o alimentos grasos pueden estar detrás de un brote de acné.
• Exceso de sol y radiación ultravioleta: El exceso de sol provoca la deshidratación de la piel, incluso en las pieles grasas. Es entonces cuando las glándulas sebáceas se entregan a una producción excesiva. Ese exceso de sebo producido es causante de la formación de granitos e imperfecciones.
• Relación con enfermedades: La aparición de acné en adultos puede estar relacionada con ciertas enfermedades metabólicas, como la diabetes o el síndrome de ovario poliquístico.

Tipos de acné en adultos

El acné tardío puede presentarse de una manera más o menos severa. Desde el acné ligero, al que denominamos acné comedogénico, al acné moderado, llamado acné papulopustuloso, e incluso acné severo, denominado acné conglobata. Vamos a explicar en qué se caracterizan y se diferencian:

Acné comedogénico

Es el acné más leve que se caracteriza por puntos negros, espinillas y pápulas. La pápula es el grano o espinilla de toda la vida. Se trata de una protuberancia roja, pequeña y firme en la que no se aprecia pus.

Acné papulopustuloso

Es el acné moderado en el que se mezclan las pápulas y las pústulas, y la piel aparece roja e inflamada. En este caso, existe la posibilidad de dejar marcas en la piel.

La pústula es el grano con pus. Se aprecia que el grano tiene una sustancia blanquecina en la que se mezclan las células muertas de la piel con líquidos y grasa. Se suele formar en las glándulas sudoríparas y en los folículos pilosos, como el de la barba de los hombres.

Acné conglobata

Es el tipo de acné en adultos más severo, pero también menos frecuente. Se caracteriza porque en la piel aparece un gran número de imperfecciones inflamadas que son visibles, como las pápulas y pústulas. Pero, además, estas imperfecciones se pueden agrupar y formar nódulos y quistes que pueden resultar muy dolorosos.

El nódulo es un grano con pus que está a nivel más profundo de la piel. El quiste, al igual que el nódulo, contiene células muertas y bacterias infecciosas. Ambos tienen gran riesgo de que se formen cicatrices y queden marcas en la piel.

¿Cómo combatir el acné?

Desde CIO Salud te damos una serie de recomendaciones para reducir el acné y evitar sus brotes:

1. Higiene: La limpieza es esencial por las mañanas y por las noches. Utiliza limpiadores específicos que incluyan activos purificantes y suaves. Evita limpiadores agresivos que pueden dañarte aún más la piel.
2. Exfoliación: Al menos una vez por semana es necesario que realices una limpieza más profunda de la piel con exfoliantes o mascarillas indicadas para el acné en adultos, que tengan efecto seborregulador.
3. Hidratación: Hidrata tu piel por fuera, mediante cremas hidratantes específicamente diseñadas para este tipo de piel, y por dentro, con ingesta de 2 litros de agua a diario.
4. Protege tu piel del sol: Utiliza crema solar para evitar las manchas y el envejecimiento prematuro de la piel. Ten en cuenta que la piel con acné tiene una propensión especial a la hiperpigmentación, así que tendrás que cuidarla y protegerla a diario. Elige productos que se hayan formulado específicamente para la piel propensa al acné y que se hayan probado clínica y dermatológicamente para dar a la piel la protección que necesita sin bloquear los poros, aumentar la grasa de la piel o desencadenar o agravar el acné.
5. ¡No te toques los granos! Al manipular los granos solo conseguirás extender las lesiones y producir cicatrices que pueden dejar marcas en la piel difíciles de eliminar.
6. Visita al especialista: Si el acné te está afectando física y anímicamente y no ves forma de solucionarlo, ponte en manos de un dermatólogo profesional que diseñe un tratamiento específico para ti y tu tipo de acné.

Tratamiento del acné en adultos

El acné en adultos debe ser tratado por un dermatólogo, atendiendo a las causas que también deben tratarse, así como las posibles consecuencias y marcas. Para ello contamos con diferentes opciones de tratamiento:

• Limpieza facial con ácido glicólico y ácido salicílico, para regular el exceso de grasa.
• Antibióticos orales que ayudan a combatir la infección y reducen la inflamación.
• Peelings y productos con sustancias queratolíticas, que son fármacos que permiten disolver la capa córnea de la piel.
• Terapia fotodinámica, basada en la aplicación de luz azul, mediante la cual activamos unos fotosensibilizantes aplicados en la piel previamente en forma de crema y cuya activación tiene efecto antiinflamatorio y antibacteriano.
• Tratamiento oral con retinol (vitamina A), que libera los folículos y mantiene limpia la piel. También la vitamina A por vía tópica es capaz de estimular la renovación de la piel a través de una mejor síntesis de colágeno, minimizar la inflamación producida por el acné y regular la producción de sebo en la piel grasa.

En cuanto a las secuelas estéticas del acné en adultos, es posible emplear peelings químicos y/o terapia con láser fraccional no ablativo para alisar la superficie de la piel, obteniéndose, en la mayoría de ocasiones, unos resultados excelentes a corto y medio plazo.

Finalmente, para evitar la aparición de acné en adultos tendrás que cambiar algunos de tus hábitos para extremar la higiene facial, dejar de fumar y tener una dieta saludable.

Granos quísticos: ¿Por qué salen en el mismo lugar?

Los granos quísticos son más difíciles de eliminar que las espinillas normales. Este tipo de granos se identifican por ser subcutáneos. Llegan a hincharse, pero sin alcanzar un punto blanco crítico. Además, son granos permanentes, es decir, aparecen siempre en la misma zona por más que intentas quitarlos. Tienen forma de tubo y ramificaciones y el aceite propio del poro se desvía a la superficie de la piel.

El aceite de este tipo de granos crea una especie de globo bajo la piel, la cápsula del quiste, que se infla o desinfla en función del aceite producido. Por ello, se trata de un grano que no desaparece del todo. Cuando los aprecies en tu piel, no te los quites, ya que aparecerán cicatrices. Mejor acude al médico para que te recete un antibiótico, una píldora anticonceptiva o espironolactona, según la causa de su aparición en tu caso.

En el caso de ser un quiste puntual, opta por un tratamiento clásico. Hay una serie de limpiadores muy efectivos, así que busca remedios para las manchas en vez del acné.

Evitar el acné requiere de cambios en tus rutinas de belleza. Tocarte la cara cada vez que el estrés se apodera de ti y la nula desinfección del móvil son hábitos que necesitas modificar. Si te suelen aparecer granos siempre en la barbilla, la frente o los mofletes, así como espinillas en las cejas, se debe a estas rutinas, ya que son las zonas de la cara que más nos tocamos.

Estos brotes de granos son causados por la fricción, el calor y la presión constante contra la piel junto al contacto con bacterias. ¿Aprietas el grano al lado de la nariz, en la frente o en otras zonas con insistencia hasta que explota? Aunque pienses que así lograrás eliminarlo, probablemente no lo consigas.

En estos casos, la espinilla suele volver a inflamarse y, por tanto, aparece de nuevo en el mismo lugar. Las bacterias presentes y la irritación provocan la formación del grano en la misma zona o justo al lado del que habías eliminado anteriormente.

Aunque cuesta mucho, la mejor opción para eliminar un grano al ver la cabeza blanca es no tocarlo, es decir, no hacer nada. Si la estallas, corres el riesgo de provocar una cicatriz salvo que te lo haga un profesional.

Por más tratamientos y cremas que apliques, los granos aparecidos por el acné hormonal son muy difíciles de prever. Las mujeres son quienes lo sufren, ya que la menstruación genera una activación de los andrógenos producidos en las glándulas sebáceas. Además, siempre tiene lugar en la misma zona del cuerpo: la barbilla, las mejillas inferiores, el cuello o la mandíbula.

En vez de explotar granos continuamente por el acné hormonal, controla tus impulsos para evitar que queden cicatrices y manchas en la piel. De esta manera, solo conseguirás que se infecte. La mejor solución es tratar los desajustes hormonales desde dentro del organismo.

Acude a un especialista médico para dar con el mejor tratamiento contra el acné hormonal. Los dermatólogos utilizan espironolactona con frecuencia para estos casos. Se trata de un bloqueador de andrógenos, tanto con control de natalidad como sin este control.

Diferencia entre espinilla y quiste: ¿Qué son los miliums?

Los miliums son unos pequeños bultos de color carne o blanco sobre la piel. Se presentan sobre todo en las mejillas, las sienes o alrededor de los ojos. A primera vista parecen pequeños granos. Normalmente se forman varios miliums en una zona, de modo que la superficie de la piel aparece ligeramente granulada. Por eso se denominan también quistes de milium. Los miliums también aparecen por separado. Por ejemplo, es posible que descubras un único milium en un párpado. Básicamente, los miliums no son quistes. Estos se forman cuando las células muertas de la piel no se expulsan de la forma habitual.

Lamentablemente, no es fácil eliminar los miliums por ti misma/o. A diferencia de los granos, no tienen una abertura por que puedan salir los residuos. Si lo intentas, lo más probable es que la piel sufra y se enrojezca o incluso se inflame. Para eliminar un milium es necesario cortar parcialmente la piel, y entonces se puede sacar el tapón córneo. Luego queda una pequeña herida que se va curando gradualmente. Ya te habrás dado cuenta de que: esta forma de eliminar los miliums no es para hacerla en casa. La razón es que se trata de una intervención invasiva, de una lesión en tu piel. Las/os dermatólogas/os o especialistas en cosmética eliminan los miliums de forma indolora.

¿Cómo tratar estos granos?

• Con un bisturí para espinillas o una aguja hipodérmica: los miliums no se pueden eliminar mediante presión, sino que hay que cortarlos con un bisturí especial o una aguja hipodérmica afilada.
• Con láser: algunas/os especialistas en cosmética y dermatología eliminan los miliums con láser. Mediante este procedimiento se elimina la primera capa de la piel junto con los miliums.
• Con el cuidado de la piel: una rutina de cuidado especial ayudará a tu piel a regenerarse, y los miliums pueden desaparecer más rápidamente.

El cuidado de tu piel frente a los miliums: consejos para una piel uniforme

• Si tu piel no expulsa por sí sola las células muertas, puedes ayudarla con exfoliaciones periódicas. Los exfoliantes químicos con AHA o BHA son especialmente adecuados para ello.
• No hay una crema específica para los miliums, pero sí que hay un ingrediente activo especial que puede ayudar a tu piel a desprenderse de las células muertas y a formar las nuevas: el retinol. Gracias a sus propiedades, el retinol puede prevenir los miliums.

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