Lunares y Pecas: Causas, Tipos y Tratamientos Efectivos para una Piel Saludable

La piel es un órgano maravilloso que nos protege y nos conecta con el mundo exterior. A veces, nos intenta enviar mensajes y debemos estar pendiente. Aunque las pecas y lunares son compañeros habituales en nuestra piel, no todos son inofensivos.

¿Qué son los lunares y las pecas?

Lunares (Nevus)

Un lunar o nevus es una pequeña mancha de la piel de coloración marrón o negruzca. Un lunar es una acumulación de melanocitos, puede ser plano o ligeramente elevado. La mayoría de las personas presenta lunares (nevus) en mayor o menor cantidad, generalmente entre 10 y 40. Su causa es desconocida. Los lunares no suelen producir ninguna molestia.

Son manchas de color marrón a negro, que pueden tener diferente tamaño, desde menores que la cabeza de un alfiler hasta del tamaño del grosor de un lápiz (medio centímetro) o, con menos frecuencia, aun mayores. Pueden aparecer aislados o en grupos. Se suelen localizar en zonas expuestas al sol como la cara, el cuello, la espalda o el pecho.

Los lunares generalmente crecen con el tiempo, pudiendo aumentar en anchura o irse elevando. Algunos van tomando un color más claro. Algunos lunares tienen una apariencia algo distinta del resto, denominándose nevus atípico o nevus displásico. Suelen ser algo mayores de 5 mm y pueden tener una superficie irregular en cuanto a textura o a color y sus bordes pueden no ser simétricos.

Pecas (Eféides)

Las pecas o efélides son pequeñas pigmentaciones marrones de melanina que aparecen en las zonas del cuerpo más expuestas a las radiaciones del sol, sobre todo en la cara, el pecho, los brazos y los hombros. Las pecas son pequeñas manchas marrones o rojizas que aparecen en la piel, sobre todo en zonas expuestas al sol como el rostro o los hombros. Se deben a una sobreproducción de melanina y son más comunes en personas con piel clara.

También pueden aparecer agrupadas en las mejillas y la nariz, pero no suelen hacerlo en las áreas de la piel cubiertas o en las mucosas. Son manchas planas bien delimitadas, de color habitualmente uniforme y siempre de un tono más oscuro que la piel que la rodea. Suelen ser de pequeño tamaño, ya que, normalmente, miden entre tres y cinco milímetros de diámetro.

Se trata de manchas benignas que no entrañan ningún riesgo de malignización y tampoco precisan de tratamiento, salvo por motivos estéticos. No obstante, la presencia de pecas puede indicar un exceso de exposición a la radiación solar ultravioleta, lo que sí constituye un factor de riesgo para desarrollar otro tipo de lesiones no benignas.

Por otra parte, cualquier mancha en la piel debe ser valorada por el especialista si se observa algún cambio o transformación en ella.

Causas de la aparición de lunares y pecas

Conocer el origen de las pecas es importante para saber cómo cuidarlas y darle a tu piel lo que necesita para que esté sana y luzca radiante. Las pecas en la cara o en el cuerpo tienen un origen genético. Su aparición se debe a una distribución desigual de la melanina, es decir, en lugar de repartirse de manera uniforme, lo hace formando pequeños grupos.

Las efélides son consecuencia de una mayor producción de melanina, el pigmento que da color a la piel, el cabello y los ojos. Su formación parece constituir un mecanismo de defensa de la piel ante la exposición a la radiación ultravioleta (UV) del sol, que lleva a que los melanocitos -las células que producen la melanina- aumenten la producción de esta sustancia.

Cuando esto ocurre, la melanina se distribuye de manera irregular sobre la piel, lo que da lugar a la creación de depósitos de mayor densidad en puntos específicos y ello, a su vez, a la aparición de las pecas. En las personas con mayor predisposición genética a las efélides, este proceso es más activo y puede derivar en la mayor acumulación de melanina en algunas zonas del cuerpo.

Además de la exposición al sol, también pueden influir en su aparición otros factores como las sesiones de rayos UVA y los tratamientos y/o cambios hormonales.

Los factores que influyen en la aparición de pecas:

• Exposición al sol: La exposición excesiva a los rayos ultravioleta del sol es uno de los desencadenantes más comunes de la piel con pecas.
• Genética: La genética desempeña un papel importante en la aparición de pecas.
• Tipo de piel: Las personas con tonos de piel más claros y sensibles al sol tienden a tener una mayor probabilidad de desarrollar pecas.
• Cambios hormonales: Algunas hormonas, como los estrógenos, pueden estimular la producción de melanina en la piel.

Tipos de pecas

• Pecas por el sol: Las pecas solares son las más comunes y se desarrollan debido a la exposición excesiva al sol sin la protección adecuada.

Prevención y cuidado de la piel con pecas

Para proteger adecuadamente la piel con pecas, es fundamental tomar medidas para evitar la exposición excesiva al sol y utilizar productos específicos que brinden una protección adecuada. El uso diario (sí, incluso en días nublados) de un protector solar de amplio espectro con SPF 50 es clave para prevenir la aparición de nuevas pecas y evitar que las existentes se oscurezcan.

Un ejemplo de protector solar altamente recomendado para la piel con pecas es el Anthelios Uvmune 400 Fluido Invisible SPF50+ sin perfume. Este protector solar proporciona una protección UV muy elevada de amplio espectro. Su fórmula ligera y de rápida absorción no deja residuos visibles y es especialmente adecuada para pieles sensibles y reactivas. Al aplicarlo diariamente, protege la piel contra los rayos UV más insidiosos, evitando así el oscurecimiento y la intensificación de las pecas grandes y pequeñas causadas por la exposición solar.

Otra opción es el Anthelios Uvmune 400 Crema Hidratante SPF50+ con color. Este protector solar hidratante es adecuado para piel con pecas e además de ofrecer una protección solar muy alta también proporciona un tono de color que unifica la tez y puede disimular las pecas solares, si prefieres que no se vean.

Además, los productos de la gama MELA B3 serán tus mejores aliados si quieres reducir la hiperpigmentación de tu rostro. Comienza aplicando el Gel limpiador despigmentante MELA B3, un tratamiento que unifica el tono de la tez y ha demostrado su eficacia en estudios clínicos para corregir manchas oscuras, purificar y renovar la piel. Su fórmula incluye MelasylTM, un innovador activo multi-patentado para combatir la hiperpigmentación*; niacinamida, una vitamina soluble reconocida por su capacidad para calmar la piel, fortalecer la barrera cutánea y corregir las manchas oscuras; y PHA, una familia de activos que actúa como un exfoliante químico suave, mejorando la textura de la piel y promoviendo un tono más uniforme sin causar la irritación asociada a otros ingredientes como los AHA y BHA. Además, los resultados de este producto son duraderos, incluso después de suspender su uso.

Posteriormente, aplica el sérum MELA B3, desarrollado con la asistencia de dermatólogos para abordar una amplia variedad de problemas cutáneos, incluyendo manchas, marcas, hiperpigmentación y tono desigual de la piel. Este producto está especialmente recomendado para aquellas personas que desean mejorar la apariencia de su piel con manchas y pecas, proporcionando una corrección efectiva y completa, además ha demostrado una eficacia anti pigmentación superior a la de 5 activos de referencia*.

Por último, utiliza la crema despigmentante con SPF30 y protección UV para protegerte durante la exposición solar diaria en épocas de mejor exposición al sol. Además de unificar el tono de la piel y prevenir la hiperpigmentación, este producto ofrece una eficacia óptima sin obstruir los poros y una excelente tolerancia en pieles sensibles, dejando un 77% menos de manchas después de las 2 semanas.

Tratamientos para lunares y pecas

Los lunares no precisan ningún tratamiento, tan solo protección solar y vigilancia. Como se explicaba anteriormente, las pecas no requieren tratamiento médico, ya que son benignas. En caso de querer tratarlas por motivos estéticos, puede recurrirse a tratamientos para aclararlas o eliminarlas como el uso de despigmentantes o con láseres y terapias con luz pulsada intensa, peeling químico o la crioterapia.

Algunos tratamientos incluyen:

• Láser: El láser es una de las opciones más efectivas para eliminar pecas. Uno de los más utilizados es el láser Q-switched, que rompe la melanina acumulada sin dañar la piel circundante.
• Peeling químico: Consiste en aplicar una solución ácida (como el ácido glicólico o el ácido tricloroacético) que exfolia las capas superficiales de la piel, eliminando las células pigmentadas.
• Crioterapia: En este tratamiento se congela la peca con nitrógeno líquido, destruyendo las células pigmentadas. Es rápido, pero puede dejar costra o inflamación durante unos días.
• Cremas despigmentantes: Contienen activos como niacinamida, ácido kójico, ácido azelaico o retinol.

¿Cuándo consultar a un dermatólogo?

Es recomendable ir al dermatólogo al menos en una ocasión, para un examen de la piel. El especialista descartará cualquier patología importante y determinará si es necesario realizar un control periódico de la piel. En algunas circunstancias puede ser conveniente que las revisiones periódicas sean realizadas por un dermatólogo para que evalúe la posible transformación de un lunar en un melanoma.

Esto es especialmente importante en personas con lunares de gran tamaño desde el nacimiento (mayores de 10 cm), en personas con muchos lunares, en personas con nevus displásicos y en personas que hayan tenido previamente un melanoma o un familiar con un melanoma.

Si notas que una mancha cambia de color, forma o tamaño, o si aparecen nuevas lesiones en zonas donde no sueles tener pecas, lo más recomendable es consultar con un dermatólogo.

Hay que fijarnos en aquellas pecas que mantienen mucha actividad o cantidad de pigmento (oscuridades), aquellas de aspecto irregular, las que no estamos seguros de cuando han aparecido o las que han experimentado un cambio reciente. Finalmente, es recomendable que cualquier cambio anormal de una peca incluso sangrado, inflamación, prurito o cambio de medida sea motivo de consulta al médico.

El signos que tienen que llamar la atención en una peca vienen definidos por las iniciales ABCD. Es un acrónimo que resume los principales signos de alerta de sospecha. En un individuo con múltiples pecas, ante la presencia de una peca de características diferentes al resto es recomendable que la lesión sea valorada por parte del especialista.

Regla ABCDE para el control de lunares:

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