La aparición de un bultito en un piercing es un problema común, especialmente en los piercings nuevos. Aunque puede generar preocupación, en la mayoría de los casos no es motivo de pánico. Este artículo te ayudará a identificar qué es ese bultito, cómo prevenirlo y cómo tratarlo si ya ha aparecido.
¿Qué es ese bultito? ¿Es un queloide o una infección?
Es crucial diferenciar entre un queloide, una infección y un granuloma, ya que cada uno requiere un tratamiento distinto.
Queloide
Un verdadero queloide sigue creciendo con el tiempo y es una forma de cicatrización que no se puede prevenir. Los queloides se caracterizan por su crecimiento continuo y deben ser retirados quirúrgicamente. Si sospechas que tienes un queloide, consulta a tu médico o dermatólogo.
Queloide en la nariz.
Infección
Una infección se manifiesta con fiebre, enrojecimiento e hinchazón alrededor del área perforada, dolor al tacto y secreción verdosa de olor fétido. Si presentas estos síntomas, busca atención médica de inmediato.
¿Está infectado tu piecing? ¿Está irritado o sólo sanando?: Identifica qué está pasando
Granuloma o Cicatriz Hipertrófica
La pequeña bolita que suele aparecer en los piercings es, en realidad, un granuloma o cicatriz hipertrófica. Este se genera por un trauma en el tejido blando y puede aparecer semanas o incluso años después de la perforación. Las causas comunes incluyen:
- Cuidados inadecuados de la herida.
- Irritación por la joya (material o forma).
- Mala angulación o uso de aguja inadecuada al realizar la perforación.
- Dormir sobre la zona perforada.
- Golpes o tirones.
- Presión constante (por ejemplo, al usar el móvil).
Cuando ocurre alguno de estos traumas, el tejido se inflama y se acumula formando la bolita. Es importante no tocarla constantemente, ya que esto puede empeorar la situación e introducir bacterias.
¿Cómo prevenir un granuloma en un piercing?
La prevención es clave para evitar la aparición de granulomas. Sigue estos consejos:
- No duermas sobre la perforación.
- Evita golpes y roces.
- No presiones la perforación constantemente.
- Mantén la perforación limpia y sigue los cuidados recomendados por el tiempo necesario (3, 6 o 12 meses).
¿Qué hacer si ya ha salido un granuloma?
Si ya tienes un granuloma, lo primero es mantener la calma. Aunque no sea estético, desaparecerá con el tiempo y los cuidados adecuados. Aquí te damos algunas opciones:
- Consulta a tu piercer: Busca una atención personalizada en el estudio donde te hicieron la perforación.
- Cambia la joya: Si usas un aro, cámbialo por una joya recta para evitar forzar el tejido. Considera materiales como Niobio, cobalto u oro de 14K o 18K, que suelen ser mejor tolerados.
- Higiene y limpieza:
- Si usas una joya de acero, acude a un profesional para que la retire y la cambie por una de titanio grado implante certificada.
- Si usas titanio, retira la joya (si tiene más de 6 meses) y sumérgela en agua hirviendo para eliminar bacterias. Luego, limpia la zona con un antiséptico recomendado por tu piercer y vuelve a colocar la joya con cuidado.
- Aplica suero fisiológico 2 o 3 veces al día en la parte frontal y trasera del piercing.
Cuidados generales para un piercing en la nariz
Las perforaciones en la nariz requieren cuidados específicos para evitar infecciones y complicaciones:
- Lava tus manos antes de tocar el piercing.
- Limpia el piercing con solución salina (agua tibia con sal) al menos 3 veces al día, utilizando un hisopo para limpiar por dentro y por fuera de la fosa nasal.
- Evita el contacto con productos cosméticos.
- No juegues con el piercing.
- Considera usar un jabón antiséptico para lavar la zona.
Limpieza de piercing en la nariz.
¿Qué joya debo usar?
Si experimentas una reacción alérgica a una joya, como enrojecimiento, picazón o la formación de un granito, es recomendable retirarla. Elige joyas de materiales hipoalergénicos como el titanio grado implante, el niobio o el oro de 14K o 18K.
Higiene y cuidados adicionales
Además de los cuidados mencionados, es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Acude a un establecimiento que garantice normas de higiene adecuadas.
- Asegúrate de que te proporcionen una hoja de consentimiento informado.
- Verifica que la persona que realiza el piercing limpie y desinfecte tu piel antes de empezar.
- El material de la joya debe ser de calidad y estéril.
- Evita perforaciones si sufres alguna enfermedad o infección.
- No permitas el uso de pistolas perforadoras (excepto en el lóbulo de las orejas).
Una vez realizada la perforación, deja que sane bien. Evita tocar el piercing sin lavarte las manos, usar productos no recomendados y el exceso de humedad y limpieza. No toques, muevas ni gires la joya, y evita golpes y rozaduras.
¿Qué es un queloide en la nariz?
Los queloides son tumores benignos, más comunes en personas de piel oscura. Son cicatrices de un tamaño desproporcionado que sobrepasan los límites de la herida. Pueden aparecer tras una herida en la piel (piercings, cortes, acné, cirugía) o como una reacción natural del cuerpo a una perforación.
Síntomas de un queloide en la nariz
Los queloides nasales pueden ser difíciles de identificar, pero puedes reconocerlos por:
- Dolores leves.
- Enrojecimiento.
- Picor.
- Sangrado o moretones.
- Masa sólida de aspecto liso y brillante, de color rosa, morado o marrón.
Factores de riesgo para desarrollar un queloide
- Herencia étnica (piel oscura).
- Historia familiar de queloides.
- Edad (menores de 30 años).
Tratamiento para el queloide en la nariz
Las opciones de tratamiento incluyen:
- Inyecciones de corticosteroides.
- Crioterapia.
- Gel de silicona.
- Apósitos de compresión.
- Cirugía plástica y reparadora.
Prevención de un queloide en la nariz
Para prevenir la formación de queloides, se recomienda:
- Limpiar la zona con Betadine antes de la perforación.
- Lavar las manos antes de tocar el piercing.
- Evitar vestimentas ajustadas.
- No quitar el piercing.
- No aplicar maquillaje ni cremas sobre la zona.
- No bañarse en piscinas con cloro.
Remedios caseros para mejorar el aspecto de las cicatrices
Aunque la cirugía es la mejor forma de eliminar un queloide, puedes recurrir a remedios caseros para mejorar el aspecto de la cicatriz:
- Limón (blanqueante).
- Miel (reparadora de tejidos).
- Gel de aloe vera (cicatrizante).
- Centella asiática (para cicatrices post-quirúrgicas).