Los helomas plantares, comúnmente conocidos como "callos" u "ojo de gallo" en el pie, son una patología muy frecuente. Se trata de una hiperqueratosis localizada, una lesión con bordes bien definidos que crece hacia capas más profundas de la piel del pie, a diferencia de las durezas, que son más superficiales. A continuación, exploraremos en detalle qué son los helomas, sus síntomas, tipos, causas, tratamientos y cómo prevenir su aparición.
¿Qué son los Helomas?
Los helomas plantares son lesiones con bordes bien definidos que crecen hacia capas más profundas de la piel del pie, a diferencia de las durezas, que son más superficiales.
Síntomas de los Helomas
- Forma redondeada.
- Coloración oscura.
- Bordes definidos.
- Suelen estar cubiertas de células muertas y descamadas (durezas) de color amarillento.
- Generalmente son dolorosas o molestas, dependiendo de la zona y la profundidad.
Tipos y Clasificación de Helomas
Existen varios tipos de helomas según la zona del pie donde aparecen. Algunos se originan por un exceso de fricción entre piel y calzado, y otros por presión entre los huesos de los dedos:
- Clavo Plantar o Heloma Plantar: Están localizados en la planta del pie. Suelen generar dolor al rozamiento o al caminar, generando una sensación similar a pisar un “clavo” en cada paso.
- Heloma Dorsal: Se sitúan en la parte superior de los dedos debido a la fricción que sufren con el calzado. Son frecuentes en personas con patologías como dedos en garra, martillo o mazo.
- “Ojo de Gallo en el Pie” u Heloma Interdigital: En este caso, la fricción y presión se produce por el roce de los huesos de los dedos. Esta lesión se localiza con más frecuencia entre el cuarto y el quinto dedo.
- Heloma de Fondo de Saco: Se encuentran en la zona “blanda” que une dos dedos del pie. Suele ser doloroso y aparece con más frecuencia entre el cuarto y quinto dedo.
Causas de los Helomas
Las causas más comunes de la aparición de helomas incluyen:
- Incorrecta Forma de Pisar: Cada persona reparte el peso de su cuerpo y apoya de forma diferente. Si no se corrige esta mala pisada, lesiones como callos, durezas y helomas aparecerán siempre en los mismos puntos.
- Falta de Hidratación: Hidratar diariamente la piel de los pies con cremas específicas es clave para prevenir esta patología y recuperar la elasticidad y suavidad de la piel del pie.
- Calzado y Calcetines: Los zapatos o zapatillas que oprimen las puntas de los pies provocan un mayor roce y fricción en cada paso. Hay que evitar las puntas estrechas y el uso de tacones. Los calcetines actúan como barrera protectora entre la piel y el calzado. ¡Es importante ponérselos correctamente para evitar las arrugas!
- Otras Patologías: Los pies con juanetes, dedos en garra, mazo o martillo son propensos a sufrir estas hiperqueratosis plantares. También son más frecuentes si se están tratando los síntomas de cáncer en el pie o en alguna otra parte del cuerpo.
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Tratamientos del Ojo de Gallo en el Pie y el Heloma Plantar
Un profesional determinará el origen de la lesión. Es importante no confundir los helomas con otras patologías, como las papilomas en el pie (causada por el Virus del Papiloma Humano), ya que se tratan de manera diferente.
Los tratamientos más frecuentes son:
- Quiropodia: En este tratamiento podológico, la deslaminación será fundamental para eliminar el conjunto de células muertas de la piel más superficiales, también llamadas hiperqueratosis o durezas. Tras la deslaminación, el profesional ahondará en capas más profundas de la piel para poder tratar el heloma. El podólogo realizara la enucleación del heloma (retirada profunda) con instrumentos específicos.
- Estudio Biomecánico de la Pisada: Un completo análisis de la pisada permitirá al podólogo conocer los puntos de mayor presión del paciente. Según el resultado, las plantillas personalizadas ayudarán a reequilibrar las presiones y podrán descargar de forma selectiva esos puntos de máxima presión del pie para evitar que aparezcan las hiperqueratosis plantares a corto y largo plazo.
- Callicidas: Este producto químico no elimina la causa del problema, sino que genera una herida y quemadura en la piel que agrava la situación.
- Cirugía: La cirugía es una opción de tratamiento, pero será siempre la última salvo que el especialista determine lo contrario.
¿Cómo Prevenir la Aparición del Ojo de Gallo en el Pie o Heloma Plantar?
Para prevenir la aparición de helomas, es importante adoptar las siguientes medidas:
- Higiene: Una higiene adecuada nos protegerá de infecciones tanto en la piel como en las uñas de los pies. Además, es fundamental el secado tras la ducha, haciendo hincapié en la zona situada entre los dedos.
- Hidratación: Es importante aplicar cremas específicas para los pies diariamente, especialmente antes de dormir, para frenar la aparición de muchas lesiones en la piel.
- Calzado: El calzado tiene que ser cómodo y amplio de horma para que el pie no este oprimido en el interior. Es aconsejable no abusar de los zapatos de tacón. Es recomendable intercalar el calzado y no utilizar el mismo durante meses. De esta manera, el pie podrá “descansar” y el roce y presión no se producirán siempre en las mismas zonas.
- Piedra Pómez: Esta piedra nos ayuda a descamar las pieles muertas que se acumulan en la piel superficial del pie con el fin de prevenir la aparición de durezas. La piedra pómez no es un tratamiento, es simplemente un complemento.
- Visitar al Podólogo: Una visita regular al podólogo nos ayudará a tener nuestros pies siempre a punto.
Caso Clínico: Heloma Dorsal en Paciente Diabético
Una paciente de 57 años que padece diabetes con un historial de más de 10 años de evolución acudió a una de las Clínicas Podoactiva. Anteriormente, la paciente ya había sufrido ulceración en el pie debido a su mal control de la enfermedad.
Consulta y Diagnóstico
La paciente refirió un mal uso de calzado, lo que le provocó una rozadura en el 5º dedo en la zona dorsal del pie derecho de varios días de evolución. Al inspeccionar el dedo se observa un aumento de la temperatura y un enrojecimiento que puede significar una infección subyacente.
Tratamiento: Se prescribió un tratamiento antibiótico oral y se realizaron curas con fieltros y apósitos específicos, y fármacos de renegación epitelial con una frecuencia de 48h - 72h. También se recomendó a la paciente llevar calzado ortopédico de ancho especial durante el tratamiento.
Evolución
- Primera Semana: Se observa una evolución positiva y se continúa con el tratamiento.
- Segunda Semana: El tratamiento sigue evolucionando correctamente.
- Tercera Semana: La evolución ha sido muy positiva y se decide cambiar las curas a lavados con suero y betadine, continuando con fieltros específicos y zapato ortopédico de ancho especial.
- Cuarta Semana: Se le concede el alta a la paciente con una serie de consejos al ser un caso de pie diabético de riesgo.
Es muy importante el control podológico frecuente en los pacientes que sufren de diabetes. A nivel neurológico y vascular pueden presentar alteraciones que deben ser detectadas de una forma precoz para evitar úlceras o infecciones que puedan suponer un riesgo serio para la salud.